Los protectores solares nos permiten disfrutar del sol mientras protegen la piel contra el envejecimiento y el cáncer cutáneo, pero pierden eficacia si no se aplican correctamente.
Hay estudios que indican que aplicamos poca cantidad de producto y además dejamos partes del cuerpo sin proteger (más de un 20% según algunos autores).
En la actualidad contamos con múltiples dispositivos (cremas, sprays, geles, etc) que hacen mas sencilla su aplicación homogénea.
Vamos a dar una serie de pautas que son de utilidad para maximizar el efecto de los protectores solares, que en nuestra opinión no deben ser nunca inferiores a 30 e idealmente 50 SPF.
– Aplicar el protector solar 30 minutos antes de la exposición solar, pues la piel tarda este tiempo en absorber correctamente el producto. Si lo aplicamos al llegar a la playa estamos durante un tiempo sin protección.
– Debemos emplear la cantidad suficiente de protector solar sobre todo si la exposición va a ser bajo un sol intenso, recomendando una doble aplicación en estos casos.
– El protector solar debe cubrir bien toda la piel expuesta, por lo que no debemos olvidar zonas como las manos, las orejas, labios (stick labial), no olvidando alcanzar bien toda la espalda.
– Una zona que no debemos olvidar es la cabeza, pues el sol incide en ella de forma muy directa; si se tiene poco pelo lo ideal es usar sombrero de la ancha o gorra.
– Es esencial renovar la protección cada 2 horas, baño, o tras realizar deporte.
Es importante recordar que los protectores solares caducan, que el sol también quema cuando está nublado, y que después de tomar el sol es recomendable aplicar una buena crema hidratante.
Que mejor forma de disfrutar del verano y del sol que cuidando nuestra piel.
¡Feliz verano!