Una de las aplicaciones poco conocidas del Botox es su empleo para mejorar asimetrías en la parálisis facial.
La parálisis facial se debe a un defecto en la conducción de estímulo nervioso a través del nervio facial, elemento básico de la movilidad facial, originando en las personas que lo padecen diferentes problemas, tales como la dificultad para cerrar correctamente el párpado o desde el punto de vista estético asimetrías faciales severas en la boca o ceja y que se pronuncian en los gestos habituales como hablar o sonreir y por tanto produciendo serias dificultades en las relaciones sociales.
En nuestra Clinica hemos tratado a diferentes pacientes con esta patología con resultados muy alentadores en la mímica facial, resultando en una muy alta satisfacción; es muy gratificante para nosotros los comentarios que nos trasmiten tras el tratamiento acerca de la mejoría en su autoconfianza al minimizar en gran medida las alteraciones que produce esta patología tan incapacitante en muchas personas.