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Otoplastia

Se trata de la técnica quirúrgica que permite la corrección de las deformidades que afectan a las orejas; puede ser realizada tanto en niños como en adultos.

Las deformidades de la oreja son variadas, pero la mas común son las orejas separadas o de soplillo, que normalmente no solo se encuentran separadas, sino que también presentan alteraciones en la forma de los pliegues.

Otra deformidad muy frecuente en las orejas son los lóbulos rasgados o descolgados, cuya solución es muy sencilla.

Las orejas de soplillo pueden representar en algunos niños una fuente de problemas psicológicos, a veces no suficientemente valorados, y por ello deben intervenirse a temprana edad si el conflicto personal o escolar aparece.

Mediante la otoplastia conseguimos no solo aproximar las orejas, sino también dar una forma adecuada a las mismas.

 

¿Está indicada la Otoplastia para mí?

La otoplastia se realiza en todas aquellas personas que posean una deformidad auricular, uni o bilateral independientemente de la edad, aunque se establece una edad mínima de 4 años para que el cartílago auricular tenga una madurez deseable.

La corrección de esta deformidad no debe demorarse en los niños, ya que en el colegio pueden sufrir las burlas de otros niños.

 

¿Cómo se realiza la Otoplastia?

La otoplastia consiste por tanto en recrear una oreja normal y pegada a la cabeza.

Se realiza a través de una incisión elíptica localizada detrás de la oreja, y que por tanto no deja cicatrices visibles (imagen).

A través de esta incisión se procede al tallado de los nuevos pliegues mediante diferentes técnicas, que pueden incluir o no puntos de sutura.

Una vez eliminado el exceso de piel de detrás de la oreja se realiza la sutura para que la oreja quede pegada al cráneo; normalmente para realiza esta sutura se emplea un material reabsorbible, por lo que no es necesario retirar puntos.

Posteriormente se coloca un vendaje ligero que es necesario llevar las primeras 48 horas.

 

Lóbulos rasgados o descolgados

Los lóbulos de las orejas pueden presentar alteraciones en su forma y posición debido a la utilización de pendientes:

1. Lóbulos rasgados
Pueden producirse de forma repentina tras un tirón sobre el pendiente o de forma lenta y continuada por el peso de los pendientes.

El tratamiento es el mismo y consiste básicamente en refrescar mediante una incisión los bordes del lóbulo rasgado y volverlos a suturar cuidadosamente los mismos con una sutura de pequeño calibre; posteriormente se coloca una sutura formando un lazo para crear el nuevo agujero, manteniéndola durante 15 días.

Se realiza bajo anestesia local.

2. Lóbulos descolgados

Los lóbulos descolgados se producen en mujeres que durante su vida han llevado pendientes con peso, y presentan una deformidad realmente inestética que se puede corregir fácilmente. La técnica consiste en realizar una resección del tejido sobrante y suturar el restante de modo que el lóbulo de la oreja quede natural. Es una intervención sencilla que se realiza bajo anestesia local.

Preguntas frecuentes